Buenas, soy Emilio Calatayud. Como estamos -otra vez- en periodo preelectoral ya empiezan a escucharse propuestas políticas sobre cualquier cosa. Algunas, pocas, la verdad, están referidas a los menores. Por ejemplo, hay quien ha propuesto que la educación obligatoria se prolongue hasta los 18 años. Dicho así suena bien. Con el paro que hay, mejor que estén en el cole. Pero luego está la realidad: ¿Quién obliga a un niño de 17 años a ir a la escuela si él no quiere? ¿Os habéis fijado en lo grandes que son vuestros hijos? Estos no son de la generación de la carne cancerígena, son los de los yogures y crecen que no veas. Un chaval de 17 años puede denunciarte si entras en su habitación por perturbar su intimidad, pero ¿qué puedes hacer tú si no le da la gana ir a la escuela? Las cosas no son tan fáciles como se escriben en los programas electorales. Y como los padres ya no tienen el derecho de corregir razonablemente a sus hijos…