Buenas, soy Emilio Calatayud. Leo en el periódico un reportaje de Daniel Vidal sobre la adicción a los móviles con conexión a Internet -¡otra vez la adicción a los móviles!- y me quedo con varias cifras y una frase.
Las cifras: En el mundo ya hay 280 millones de personas adictas a las nuevas tecnologías y desengancharse en una clínica privada viene a salir, parece que como mínimo, por unos 10.000 euros. O sea, que esto, además de darte disgustos, te cuesta dinero.
Y ahora la frase: «Una amiga de mi hija dice que lo peor no es morirse, es quedarse sin megas para el móvil».
Nosotros, y ya lo contamos aquí en el blog, ya estamos teniendo casos en los juzgados de niñas que han intentado matarse porque sus padres les prohibieron usar el móvil.