Buenas, soy Emilio Calatayud. Los Reyes Magos no aciertan siempre. También se equivocan. Un par de ejemplos. Pregunto a un chaval que cuántas asignaturas ha suspendido y me dice que cinco. «Pues entonces no te habrán traído nada los Reyes magos», le digo yo. Respuesta: «¡Qué va! Me han dejado una moto y un móvil». Eso con cinco suspensos, ¿qué le habrían dejado si sólo hubiese sacado un suspenso: un ferrari o un viaje por El Caribe? ¿O ambas cosas? «Es que mis padres son tontos», concluye el chico.
Y otro con dos o tres suspensos me cuenta que a él le han traído mil euros.
Vamos a ver, tenemos que enseñar a nuestros hijos que el esfuerzo tiene recompensa y la gandulería, no. Si no lo hacemos, estarán perdidos y creerán que suspender es bueno. Hay que tener sentido común.