Buenas, soy Emilio Calatayud. Lo he dicho muchas veces, pero lo repetiré todas las que sea necesario: cada vez nos llegan a los juzgados de Menores más chavales que tienen problemas mentales y que han cometido algún delito. En buena parte de los casos, esos problemas se deben al consumo de drogas, caso de la marihuana. Los padres, las familias, llegan desesperadas, porque la mayoría de las veces son las víctimas de los hijos. «Encierre a mi hijo, por favor, que está enfermo de los nervios y no podemos con él», te dicen. Y si han delinquido, se les encierra. Y descansa el niño, porque está controlado por los especialistas en salud mental, y descansan los padres. Pero esos niños tienen que salir alguna vez y yo no puedo evitar preguntarme: ¿qué será de ellos y de sus familias? ¿Qué ocurrirá cuando el chico ya no esté controlado y vuelva a las andadas? ¿Tenemos soluciones para esos casos?