Aquí os dejamos el testimonio de un chaval que fue condenado por maltratar a su madre y que ahora es estudiante universitario, y ha trabajado para Proyecto Hombre en el ámbito de la prevención de las drogodependencias entre los jóvenes. Esperamos que os interese.
«Mi padre falleció cuando yo tenía doce años. Estábamos muy unidos y me quedé sólo con mi hermano y mi madre, pero mi hermano se fue a trabajar fuera a los dos años de la muerte de mi padre. Nos quedamos solos mi madre y yo. Y a ella se le complicó todo. Tenía que tirar de la casa, tenía que tirar de mí… Tenía que tirar de mucha carga. A partir de ahí, entré como en un estado de depresión, de distanciamiento… No quería hacer nada con mi vida, no quería estudiar… Y empezó el problema de las ‘juntas’, de las amistades…
La mayoría de los chavales con los que andaba eran mayores que yo. Ellos tenían veinte años y yo catorce o quince. Había empezado a fumar tabaco con doce o trece y luego pasé a la marihuana y eso me llevó a desconectar completamente de la realidad. Sólo me preocupaba de las amistades, de ligar… y estudios cero. Y en casa, ningún tipo de orden. Nada de disciplina. Me iba dos o tres días de la casa y no avisaba a nadie. Mi madre ya no podía soportar esa situación. Yo pasaba de ella. Y ella veía que su hijo se estaba matando. Incluso tuve un par de peleas peligrosas en la calle y casi me quedé lisiado. Entonces mi madre actuó en consecuencia y me denunció, y yo se lo agradeceré siempre».