Buenas, soy Emilio Calatayud. En 2004, que ya ha llovido desde entonces, ‘condené’ a grupo de chavales de Granada a hacer parte del Camino de Santiago. No se si volvieron más santos de lo que se fueron, pero sí bastante contentos. Luego, ya no supe qué fue de ellos… Hasta hace un par de días, que me encontré a una chica de las que participó en aquella expedición. Bueno, en realidad, me encontró ella a mí, porque yo no la recordaba. Había crecido y estaba muy diferente… Me contó que había estado trabajando siete años en Barcelona y que se había vuelto a Granada al quedarse en paro, pero que aquí no le salía nada y pensaba irse otra vez a Cataluña. Y me dijo también que nunca olvidaría aquella condena de recorrer parte del Camino de Santiago, que fue una experiencia única. Me alegré por ella… Y por mí.