Buenas, soy Emilio Calatayud. Un juez de la Audiencia Nacional ha mandado a la cárcel a dos miembros de una compañía de títeres de Granada -sí, de Granada- por un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo. Por lo visto, los muñecos, además de ahorcar a otro muñeco-juez y violar a una muñeca-monja, sacaron un cartel que decía ¡Viva ETA!, un espectáculo ‘muy apropiado’ para lo niños. Como decimos en Graná, ¿a dónde pollas vamos? Dicen los defensores de los autores de esta ‘obra de arte’ que pretendían defender la tolerancia y la convivencia. Pues, chico, no les ha entendido nadie. Vamos, que también los podían haber metido en la cárcel por el delito de ser gilipollas.
Y en el Ayuntamiento de Madrid tiene que dimitir alguien, claro.