Buenas, soy Emilio Calatayud. Me cuenta una amiga que su hija -está en el último curso de Primaria- va a hacer pronto el viaje de fin de estudios y que en el ‘cole’ -los padres y los profes- están debatiendo sobre si es necesario o no que los chavales lleven los teléfonos móviles a la excursión. En principio, esta sería de una de esas ocasiones en las que la ‘posesión’ de móviles por parte de menores de edad estaría justificada, pero… Vamos a ver, aunque los padres llamen a sus hijos para tenerlos controlados y estar un poco tranquilos, no nos engañemos, lo más normal es que no cojan el teléfono. Casi nunca lo hacen. Así que por ese lado… Y además existe el peligro de que se pasen el día mirando la pantallita y no se enteren de nada, con lo que el viaje habría servido de poco.
Total, que mejor que los niños no lleven los móviles. Que hablen sobre lo que ven y se conozcan más. Y, de paso, que se desintoxiquen de los teléfonos, que, aunque al principio les cueste, seguro que luego lo agradecen. Van a descubrir cosas nuevas y no me refiero a los museos que tengan previsto visitar.
(En cuanto a los profes, sí es conveniente que lleven los móviles… pero también sin pasarse).