Buenas, soy Emilio Calatayud. Recientemente, un amigo que está separado de su mujer y que tienen un hijo en común, me dijo lo siguiente: «Me parece inconcebible que un padre y una madre que han roto su relación sean incapaces de ponerse de acuerdo para estar juntos con su hijo». La separación de mi amigo, me imagino que como todas, fue dura: él y ella lo pasaron mal, pero pactaron que su hijo no iba a sufrir por ellos. Y lo están cumpliendo. Me parece una postura generosa y, sobre todo, llena de sentido común. Una pareja puede romperse, pero la familia puede sobrevivir. Por lo menos hay que intentarlo.
Mi amigo también me dijo: «Los puntos de encuentro son un recurso necesario, pero para casos extremos, que siempre los hay. Pero me temo que al paso que vamos tendremos que crear cientos y cientos».