Buenas, soy Emilio Calatayud. Nos estamos quedando sin niños. Cuando yo llegué a Granada, lo primero que hicimos en nuestra urbanización fue poner un cartel que prohibía a los niños jugar a la pelota en la calle para poder tener cierta tranquilidad. Pues bien, yo creo que lo vamos a quitar porque ya no hay niños a los que regañar. Y los pocos que hay están todo el santo día con el móvil o la tableta. No se hacen raspaduras en las rodillas ni nada y la mercromina (betadine) se caduca en los botiquines caseros. Es triste (no que se caduque la mercromina, sino que cada vez haya menos niños).