Buenas, soy Emilio Calatayud. Como todos sabéis, con nuestros impuestos pagamos centros de acogida para niños (de aquí o de allá) que provienen de familias conflictivas y rotas, o que sencillamente están solos porque no hay nadie que se haga cargo de ellos. Pues bien, la mayoría de estos chicos aprovechan la oportunidad que les da la sociedad, que somos todos, y salen adelante. Pero también hay un pequeño porcentaje que se empeñan en insultar, robar e incluso agredir a las personas que les dan cariño y cobijo. Y, claro, acaban en los juzgados de Menores. Yo siempre les digo lo mismo:
-«¿Te tratan bien en el centro?».
Y en el 100% de los casos responden: «Sí».
Y entonces yo les comento: «Y por eso se lo agradeces diciéndole que es una tal y una cual, y que te chupe no sé qué, o dándole una bofetada, ¿verdad?». Me pasó recientemente con unas niñas. No sabían que es de bien nacidos ser agradecidos. Y deben aprenderlo.