Buenas, soy Emilio Calatayud. El otro día me ocurrió una anécdota amable y divertida. Habían terminado los juicios y un grupo de personas se me acercó para hacerme la siguiente petición: «Señoría, ¿se puede hacer una foto con nosotros? Somos testigos, pero no se ha celebrado el juicio en el que teníamos que declarar porque ha habido acuerdo… Y bueno, que no queremos irnos con las manos vacías». No creo que en ningún texto legal diga que un juez no pueda hacerse una foto de estas características, así que acepté. Y se fueron tan contentos.
Luego me han preguntado si algún condenado ha querido hacerse un ‘selfie’ conmigo y no, no ha ocurrido tal cosa, ni estaría bien que ocurriera. Luego sí, cuando han cumplido las medidas, algunos han venido a verme y me he hecho fotos con ellos. Y las guardo con cariño.
En cuanto a los que absolvemos, lo único que quieren hacer es salir pitando del juzgado y lo normal es que no los volvamos a ver nunca.