Buenas, soy Emilio Calatayud. Seguimos.
Capítulo tercero
Cuando su hijo diga palabrotas y groserías, celébrelo con unas sonoras carcajadas. Eso le animará a hacer cosas todavía más graciosas como tirarse a lo bomba sobre niños más pequeños que están intentando aprender a nadar o hacer equilibrios sobre la barandilla del balcón del apartamento, etc.