Buenas, soy Emilio Calatayud. En primer lugar, felicidades a todos los Santiagos (as), a todos los gallegos y a todos los españoles, porque hoy es el día de Santiago. Y ahora vamos con el comentario diario. Efectivamente, como dice el título de este articulillo o lo que sea, en Granada se es niño para siempre. Y no porque sea una ciudad maravillosa y encantada que rejuvenece, que también. En Granada se es siempre niño porque los padres llaman ‘niños’ a sus hijos siempre, da lo mismo que tengan cinco años que sesenta. Es una costumbre bonita que me recordaba hoy una de mis funcionarias.
Total, que uno va por lo calle y un conocido te llama: «¡Emilio, ven, mira que veas a mi niño!». Y uno se da la vuelta pensando en encontrarse con un ‘chavea’ en un carrito y se ve cara a cara que un tipo de 1,90 de altura y con una barba de legionario. Yo he escuchado a ancianos de 80 años hablar de sus niños para referirse a sus hijos. Entrañable.