Buenas, soy Emilio Calatayud. Cuanto más conozco las historias de los atletas olímpicos, menos me gusta el fútbol de los millones y las estrellas. En estos pasados Juegos Olímpicos ha participado una gimnasta cuyos padres eran ‘drogatas’ y otra que pasó hambre y era el único sustento de su familia. También un boxeador con un cáncer… La verdad es que me he emocionado y he llorado con esas historias. Me he emocionado al ver llegar a los corredores de maratón desmayados y de rodillas, y he pensado que su delgadez es mucho más meritoria que los abdominales de Ronaldo. Me he emocionado al saber que el muchacho cubano que ganó una medalla de plata para España tenía la ilusión de conocer a los futbolistas del Madrí, cuando debería ser al revés.
Me he emocionado con estos jóvenes porque se parecen mucho a los que veo en mi juzgado, chicos que, a pesar de arrastrar pasados muy duros en muchos casos, salen adelante. No hay satisfacción más grande. Por eso me gustan los Juegos Olímpicos y por eso veré todo lo que pueda de los Juegos Paralímpicos que empiezan el próximo día 7 de septiembre, que son el no va más de la superación, es decir, deporte en estado puro.