Buenas, soy Emilio Calatayud. Hay una cierta polémica, que por otra parte no es nueva, sobre los deberes escolares. Hay asociaciones de padres que están pidiendo directamente que se prohíban e incluso han planteado la posibilidad de convocar una huelga de deberes para el próximo mes de noviembre. Es una postura respetable, pero en esto de los deberes yo siempre apuesto por el término medio: a un niño de seis o siete años no le puedes poner dos horas diarias de deberes porque tiene que jugar. Eso está claro. Pero un chaval que está en Segundo de Bachiller y quiere ir a la universidad o hacer un grado superior pues igual sí que tiene que echar dos horas diarias para estar preparado, que luego pegan el salto y se encuentran con la sorpresa de que tienen lagunas.
Y también hay que tener en cuenta la libertad de elección de los padres. Porque igual hay padres que tienen hijos que se portan mal y quieren que tengan deberes. A mí mis padres, después de suspenderlo todo, me mandaron al ‘reformatorio’ para pijos de Campillos, Málaga, para que hiciera todos los deberes del mundo. Creyeron que era lo mejor para mí y acertaron.
Y luego está la libertad de los centros escolares para acordar si mandan deberes o no. Que usted no quiere que su hijo haga deberes, pues elija un centro que ofrezca esa posibilidad, y viceversa.
Y, sobre todo, está la libertad de los maestros para decidir si ponen deberes o no. No vaya a ser que acabemos por dañar la autoridad de los maestros imponiendo prohibiciones. Término medio y sentido común.