Buenas, soy Emilio Calatayud. Ya están los medios de comunicación con el tema del estrés -o depresión- postvacacional, que es un padecimiento que se produce al tener que volver al trabajo -el que lo tenga, porque estar parado sí que genera estrés- después de unos días de vacaciones. Nunca he sufrido ese mal. Le doy la vuelta al argumento: después del estrés vacacional, digo, ¡Viva la monotonía! Y funciona. Porque la monotonía, pese a su nombre, es entretenida. Lo más parecido que he tenido al estrés postvacacional era la tristeza que me entraba cuando era niño y llegaba la hora de volver al ‘cole’ porque el verano tocaba a su fin. Pero eso no era depresión, eso era que no me gustaba el ‘cole’.