Buenas, soy Emilio Calatayud. Al final, parece que la historia del niño que debía 100.000 euros a Google va a tener un final feliz… sobre todo, para los padres de la criatura, que ya se veían desahuciados. Google va a renunciar a cobrar la deuda. Bien está lo que bien acaba, pero yo siempre recomiendo a los padres que se hagan un seguro de responsabilidad civil para cubrir las posibles trastadas de sus hijos. Y si no existen, que se pongan las pilas las aseguradoras y oferten ese servicio. Seguro que no les faltan clientes. Aseguramos a nuestros perros y los coches y las casas, pero no aseguramos a los niños y nos la pueden liar parda en Internet y fuera de Internet. Porque en última instancia somos los padres los responsables civiles -los que pagamos- de lo que hacen nuestros hijos.
Y si no nos hacemos el ‘seguro de hijos’ y tampoco vamos a preocuparnos de lo que hacen nuestros hijos en Internet, quedan dos salidas: los católicos que recen y los que no, que invoquen a las energías positivas