Buenas, soy Emilio Calatayud. Como todo es posible en Granada, acaba de producirse una manifestación, autorizada, para reclamar la reapertura del botellódromo de la ciudad, es decir, para que los jóvenes granadinos puedan volver a disponer de un lugar público en el que emborracharse a placer. Como hay más sentido común del que a veces creemos, a la protesta sólo han acudido 20 personas, lo que dice mucho de nuestros jóvenes. De todas formas, a los que han acudido, sólo decirles que yo me manifestaría para pedir trabajo. Tener un empleo es más provechoso que emborracharse en la calle, me parece a mí.