Buenas, soy Emilio Calatayud. Otro día hablaremos del informe PISA, porque hay otra noticia más importante. Estaba paseando por Granada y he visto la Navidad. No me refiero a uno de esos árboles gigantes de luces ni a los adornos de este o aquel centro comercial. Hablo de la verdadera Navidad, de lo que para mí significa la Navidad. Acabó de ver a una abuela de más de ochenta años tomándose una copita de anís en la terraza de un bar. Los camareros de la cafetería conversaban con ella y le preguntaban por sus rutinas y su salud. Y pensé que esa mujer, aunque no tenga a nadie a su lado, está controlada por sus vecinos. Si una tarde falla a sus citas con sus vecinos, se preocuparán y harán por saber qué le ha ocurrido. Quiero creer que no le pasará lo que le sucedió a esa anciana que murió sola y sin luz, porque no podía pagarla. Esa abuela, su chupito de anís y el cariño de sus vecinos es la Navidad. Y ya habrá tiempo de hablar del PISA y de lo brutos que somos… o no.