Buenas, soy Emilio Calatayud. Madrid ha prohibido circular a los coches con matrícula par para reducir la contaminación atmosférica o lo que es lo mismo, para proteger la salud de los madrileños. Es una muestra de que prohibir también es educar. Hay veces en las que como padres o como sociedad tenemos que decir que ‘no’. Tenemos que poner límites. Lo mismo ocurre con el botellón y el consumo de alcohol entre los menores de edad. Las prohibiciones en esta materia, al igual que sucede con la contaminación, no se hacen para fastidiar, sino para proteger la salud de nuestros niños y adolescentes y el interés superior del menor, que son cosas por las que tenemos que velar todos. La ley nos obliga.