Buenas, soy Emilio Calatayud. Hace unos días comentamos que un suspenso (o dos o tres) no son una tragedia, sino que forman parte de nuestra formación. Pero también advertimos de que eso no quiere decir que haya que premiarlos. Una vez, y creo que ya lo he contado, un chaval dijo: «Mis padres son tontos, no he aprobado nada y me han regalado un móvil de última generación». Pues eso, que los Reyes son y deben ser magos, pero no tontos. Y si es Papá Noel, pues tres cuartos de lo mismo. Seamos razonables a la hora de escribir la carta a los Reyes. Ya sabéis: los suspensos no se celebran. Es que si lo hacemos, los niños no saben qué está bien y que está mal y se lían. Un saludo.