Buenas, soy Emilio Calatayud. Con las nuevas tecnologías, se está perdiendo el ‘arte’ de copiar en los exámenes, que era una actividad que requería esfuerzo y dedicación. En alguna ocasión yo me hice ‘chuletas’, pero no llegué a utilizarlas por una razón muy simple: para hacerlas tenía que copiar los apuntes y al final se me quedaba todo en la cabeza. Es decir, que las ‘chuletas’ fueron para mí más un apoyo psicológico que otra cosa. Me daban seguridad.
Todo se basaba en el esfuerzo manual y el ingenio. Ahora, en cambio, sólo hay que hacerse con un aparato para aprobar sin estudiar. Y no es lo mismo. Lo de antes era como un duelo en el que los contrincantes, alumnos y maestros, se enfrentaban –más o menos– en igualdad de condiciones. Pero eso está cambiando. ¿Qué van a hacer los colegios, los institutos y las facultades universitarias, poner detectores de metales en las aulas? Ya ni la nostalgia es lo que era.