Buenas, soy Emilio Calatayud. Me cuenta a una amiga maestra que buena parte de sus alumnos han vuelto de las vacaciones de Navidad con un teléfono móvil nuevo (por supuesto, con conexión a Internet). Y varios de ellos no han aprobado nada. Pero lo importante no es que se esfuercen para mejorar, lo verdaderamente importante es que no se queden atrás en materia de nuevas tecnologías. No vaya a pensar alguien que la economía familiar no está para móviles. A mi me consta que hay padres que han llegado a gastarse el paro o la ayuda familiar en un móvil para sus hijos. Igual piensan que con eso les hacen un favor a los niños o creen que sus hijos les van a querer más, pero se equivocan completamente. Puede parecer una exageración, pero emplear el dinero del paro en regalar un móvil a los hijos debería estar castigado con la retirada de la ayuda.