Buenas, soy Emilio Calatayud. Hace un frío que pela y el precio de la electricidad está disparado, que también es casualidad. Miedo da pensar en el próximo recibo de la luz. Yo ya he desempolvado mi bolsa de agua caliente: es la forma más barata para ahorrar en la factura eléctrica.
La luz debería ser un artículo de primera necesidad, pero no lo es. La electricidad es un negocio y, como pasó con los bancos, nos toca a nosotros rescatar a las eléctricas. Que les va bien, para ellos, que les va mal, lo pagamos nosotros.
¿Es tan difícil pagar exclusivamente por lo que consumes y dejarse de tantas tasas, impuestos, ivas y venías?
Ninguno de los gobiernos que hemos tenido ha hecho nada para que la electricidad tenga un precio razonable. Por lo menos hay alguien que se beneficia: los fabricantes de bolsas de agua caliente.