Buenas, soy Emilio Calatayud. Ya vienen los Reyes. ¡Qué emoción! Cumplir años tiene sus ventajas, aunque a simple vista no lo parezca. Por ejemplo, después de haber disfrutado de 61 noches de Reyes, ya sé lo que no quiero que me traigan sus majestades: ni calcetines ni corbatas. Ya tengo suficientes.
En mi carta no aparecen por ningún lado los ‘conceptos’ calcetines o corbatas. Por cierto, y hablando de cartas a los Reyes, no vale mandar un ‘guasap’ ni un ‘tuit’ ni un ‘feisbú’. La carta de Reyes hay que escribirla en un papel, meterla en un sobre de papel, ponerle un sello de papel y meterla en un buzón (tarea esta última muy entretenida, porque ya no casi no quedan). Las cosas hay que hacerlas como Dios manda. Pero, insisto, no quiero corbatas ni calcetines.