Buenas, soy Emilio Calatayud. Hay conversaciones entre menores que no tienen precio. Una madre espía -es decir, que pertenece a la inmensa mayoría de madres y padres que revisan los móviles de sus hijos- se encontró el otro día con un diálogo muy interesante y divertido en el ‘guasap’ de su niña. Una amiga de la hija había llegado a la conclusión de que seguir siendo una ‘choni’ no le aportaba nada y había decidido cambiar. En este sentido, pedía a las amigas que dejaran de llamarla ‘choni’ porque entonces nunca iba a poder deshacerse de esa identidad, ja, ja, ja. Me río, pero para la chiquilla suponía todo un problemón.
Para mí, la cuestión no está en ser una ‘choni’ o dejar de serlo. Hay ‘chonis’ maravillosas y otras que son una pesadilla. Como hay pijos que son estupendos y otros que no hay quien los aguante. Lo verdaderamente importante es ser una buena persona.