Buenas, soy Emilio Calatayud. Todo lo que relataré a continuación -y que ya he contado en otras ocasiones- es tan verídico como ficticio, y no hay contradicción en la afirmación. Me explico. A los jueces de Menores, la ley nos obliga a informar a los chicos que juzgamos «en un lenguaje claro y comprensible». Y con los chicos hay que hablar bastante. Y en los juicios hay momentos de tensión y otros más distendidos. Por ejemplo, cuando hay algún receso por cualquier causa, suelo comentar con los niños la marcha de la Liga. En este sentido, tengo comprobado que la mayoría de los ‘niños-patera’, de los morillos o negrillos -es en tono cariñoso-, que llegan a España jugándose la vida son del ‘Barça’ y resulta que yo soy del ‘Madrí’. No sé la razón. Igual es que el ‘Barça’ tiene más redes de comunicación y llega mejor a África, pero es así… Total, que suelo tentar a los chavales con bromas de este tipo: «Si dejas de ser hincha del ‘Barça’ y te haces del ‘Madrí’, te bajo la condena». Algunos cambian de chaqueta a las primeras de cambio y otros se mantienen fieles a sus colores. Y nos reímos bastante, la verdad.
Estos chavales son muy especiales. Aparte de tener un gran sentido del humor, son particularmente inteligentes: aprenden el español con una facilidad pasmosa. Los ‘ni-nis’ de la avanzada Europa tendrían que estudiar con ellos: igual espabilaban.