Buenas, soy Emilio Calatayud. El 11 de marzo de hace 13 años, mi hijo y yo salimos de casa muy temprano. Yo tenía que dejarle en el colegio antes de ir al juzgado. Él llegó a su colegio y yo el al juzgado, pero varias decenas -al final la cifra de muertos se elevó a 193- de vecinos de Madrid no pudieron hacerlo. Murieron asesinados cuando cumplían con su rutina diaria, como mi hijo y yo. Otras dos mil personas resultaron heridas en aquella masacre terrorista.
Ellos y sus familias estarán siempre en nuestra memoria, como todas las demás víctimas del terrorismo.