Hola, soy Carlos Morán, el compañero de blog de don Emilio. Aquí os dejo una información que habla de una de las labores más desconocidas que llevan a cabo los jueces de lo Civil: proteger a los niños de la ‘imaginación’ de sus padres. Como dice don Emilio, bastante bien salen algunos niños con los padres que tienen.
«Unos padres granadinos quisieron llamar Hitler a su hijo recién nacido, pero la justicia impidió que perpetrasen el ‘nombricidio’. El magistrado Santiago Ibáñez, titular del Juzgado Primera Instancia número 5, que es del que depende el Registro Civil, se opuso personal y legalmente, que, a fin de cuentas es lo que cuenta. La norma especifica que a la hora de nominar no pueden usarse apelativos que sean «objetivamente perjudiciales para la persona», recuerda el jurista. Sólo un ignorante o un fanático consideraría que Hitler, ideólogo y ejecutor del Holocausto, era buen nombre para una criatura.
El togado no trató directamente a la familia en cuestión, así que no se atreve a aventurar una explicación para aquel dislate. «Me lo dijo un funcionario y le dije que comunicara a los padres que lo de Hitler no podía ser. Me consta que no recurrieron. La ley es clara en este punto. El nombre no puede ser ofensivo para quien lo lleve. No se puede llamar ‘gusano’ a un hijo. O Hitler…», razona Santiago Ibáñez.