Buenas, soy Emilio Calatayud. Empiezan las vacaciones de agosto, que, en mis tiempos, eran las únicas que había. Las grandes ciudades se vaciaban y las playas y los pueblos se llenaban. Y la desconexión era total. No te enterabas de nada y no pasaba nada. Era como si te fueras a vivir a otro planeta. No sé si aquello era mejor, pero no tenías que estar todo el santo día cargando la batería del móvil. Por eso, si alguien quiere tener unas vacaciones originales y aventureras lo mejor es prescindir de los teléfonos móviles (sólo se deben utilizar para avisos de emergencia). Se sorprenderá de la cantidad de cosas que se pueden hacer con las manos además de ‘guasapear’. Y los niños más aún. Chavales, atreveros a tener unas vacaciones sin móviles. Es un reto sólo para los más valientes. Igual hasta os gusta. Cosas más raras se han visto. Feliz agosto.