Buenas, soy Emilio Calatayud. Me plantean el siguiente dilema. Tenemos a una pareja divorciada. Tienen una hija de doce años que quiere un teléfono móvil, pero la madre le dice que todavía no tiene edad. La niña se lo pide entonces al padre y él dice que se lo compra. ¿Qué hacen? Pues lo suyo es sentarse a hablar, razonar y llegar a un acuerdo que sea beneficioso para la menor. También se puede buscar un mediador… No sé. Pero si todo falla, pues tendrán que poner el caso en manos de un juez de Primera Instancia y que adopte él una resolución.
Es lo mismo que se hace cuando, por ejemplo, el padre quiere llevar al hijo a una escuela católica y la madre se opone.
La justicia debe ser el último recurso, pero si no hay manera… al juzgado. Sí, al juzgado, para un comprar un móvil a niño… A eso vamos a llegar, si es que no hemos llegado ya.