Buenas, soy Emilio Calatayud. Me lo han comentado varias veces: «Los amigos de mis hijos adolescentes han empezado a ir a fiestas en las que se bebe alcohol y yo no les dejo ir precisamente por eso. El problema es que los otros padres te miran medio mal, parece que eres un aguafiestas. Es como si se les hicieras sentirse culpables. ¿Qué hacemos?» Pues ¡Resistid! No hay otra. Con los móviles pasa lo mismo, el niño raro es el que no lo tiene, pero lo realmente raro es que un niño de diez años tenga ya móvil con conexión a Internet. Hay que ser sinceros con los hijos: «Somos padres que vamos a contracorriente, habéis tenido mala suerte». Algún día os lo agradecerán.