Buenas, soy Emilio Calatayud. Hoy os vamos a contar otra historia real que tiene su origen en el machismo de los adolescentes. Es el caso de una menor que cometió el error de compartir unas fotos en las que ella aparecía desnuda con un presunto amigo también menor de edad. Pues lo que parecía ser un juego erótico, acabó en juicio. Un día, él le dijo a ella que se acostase con él y que si no accedía difundiría las fotos entre todos sus contactos del instituto. El final fue así de deprimente: «Me acosté con él, pero, aún así, difundió las fotos. Todo el mundo me vio desnuda».
La chica tuvo que cambiarse tres veces de centro educativo porque las fotos le perseguían allá donde iba.
A él lo condenamos. Todavía debe estar cumpliendo la medida y pagando la indemnización a la víctima: varios miles de euros. El dinero lo adelantaron sus padres, pero él debía devolvérselo. Y me consta que esta cumpliendo.
Moraleja: hay que ser muy poco hombre para hacer algo así.
Por cierto, gracias a todas las personas que tuvieron la amabilidad de escucharme en Los Barrios, provincia de Cádiz. Gracias por estar de acuerdo y gracias por discrepar. Fue un placer.