¿Qué hacer si un hijo adolescente amenaza con irse de casa porque no se sale con la suya?

 

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Buenas, soy Emilio Calatayud. No es fácil ser padre ni ser hijo. Y no hay libro de instrucciones ni para lo uno y no para lo otro. Esta breve introducción tiene que ver con una cuestión que se les plantea a muchos padres y muchos hijos en la época de la adolescencia (de los hijos, claro, aunque también hay padres que no superan la adolescencia nunca). Un buen día o un mal día, depende del caso, el niño o la niña estallan y dicen que se van de casa porque los padres les ponen límites, etc. Que no les dejan salirse con la suya, vaya.

Es un momento complicado, y hablo por experiencia. Es que el niño o la niña son todavía menores y claro…, que no es fácil reaccionar. Según mi modesta opinión, que uno puede compartir o tirarla a la papelera, caben al menos tres respuestas ante el ultimátum.

  1. Vale, pues coge una muda y vete. Pero sólo una muda, que lo demás es nuestro que para eso te lo hemos pagado. Es un órdago, pero puede que el niño o la niña se vayan. Hay que ser fuertes. Lo pasaréis mal y tendréis miedo, pero, lo normal, es que la muda con el niño y la niña estén de regreso en unas pocas horas.
  2. No, tú no te vas. Nos vamos nosotros y los recibos y lo demás lo pagas tú. Buenas tardes, hijo/a. Al salir de la casa, y aunque no se sienta, es bueno fingir unos gritos de alegría para que el niño/a se quede más perplejo de lo que ya está.
  3. No te vayas, por favor, no sé qué haríamos sin ti. Esta última reacción es humanamente comprensible, pero los padres que se decidan por ella corren el riesgo  de que el hijo/a se les acople hasta que tenga 40 años y más allá.

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