Buenas, soy Emilio Calatayud. A los que trabajamos en los juzgados de Menores de Granada nos gusta la Navidad. Y mucho. Hoy, como es tradición, los chavales que están encerrados en los centros de Tierras de Oria (Almería) y San Miguel (Granada) nos han visitado para desearnos lo mejor, cantarnos villancicos y montar un Belén. Es un acto emocionante. Pues resulta que entre los chicos había un ‘choricillo’ extranjero que no sabía qué era la Navidad… y lo aprendió en el correccional en el que está encerrado. Y ahora es más fan de la Navidad que los mismísimos Reyes Magos. A mi me parece una gran noticia, una de esas historias que merecerían ocupar la primera página de los periódicos.