Hola, soy Carlos Morán, el compañero de blog de don Emilio. Un día cualquiera en los juzgados de Menores de Granada. Termina un juicio y los padres del chaval acusado y condenado se acercan al estado en el que están el juez, la fiscal y la letrada de la administración de justicia. «Queríamos darles las gracias». Recuérdese que el chico ha sido condenado y, además, no es su primer juicio. Es un ‘choricillo’ con galones, que diría don Emilio. «De nada», responden el juez, la fiscal y la letrada de la administración de justicia. «¿Qué tal va el niño?», añade don Emilio. «Muy bien, muchas gracias, de verdad», contestan los padres, que, además, son las víctimas.
«Pues si quieren lo encerramos otro año», propone don Emilio. Todos ríen… Hasta el chico, aunque también pone cara de susto. No tiene claro si los adultos hablan en serio o en broma.
«Por esto me gusta tanto mi trabajo», concluye el juez.