Buenas, soy Emilio Calatayud. Queridos Reyes Magos, aunque voy un poco tarde, aquí va mi carta de peticiones: Traed relojitos de los de agujas a los niños, porque cuando están sin los teléfonos móviles pierden la noción del tiempo y de todo. Ocurre en las escuelas y los institutos, por ejemplo, donde, en teoría, no pueden llevara los móviles. En esos momentos, como están ‘desmovilizados’, no saben qué hora es, ni dónde están, ni en qué año viven, ni ‘na’. Están perdidos. Es como si estuvieran en otro planeta. O en otra galaxia.
Cuando yo era pequeño, un relojito de agujas era un regalazo. Ahora es una necesidad. Hablo en serio. Estamos criando niños muy desorientados. Si no tienen móvil, se pierden hasta en su casa. Y a esto le llaman progreso.