Hola, soy Carlos Morán, el compañero de blog de don Emilio. La justicia se rige por el principio de que quien la hace la paga. Pero cuando el que la hace es un menor, lo normal es que sean los padres o tutores los que abonen las indemnizaciones derivadas del ‘crimen’. Cualquier momento es bueno para recordarlo. Es lo que les ha ocurrido a los progenitores de un chaval que, literalmente, le partió la cara a otro en las inmediaciones de una discoteca ubicada en una zona céntrica de Granada.

En total, la sentencia establece que los padres tienen que abonar 6.124 euros a la víctima, ya que le quedaron secuelas estéticas tras recibir un puñetazo en el rostro, y más de 1.700 al Servicio Andaluz de Salud, que fue lo que ‘costó’ la asistencia médica que el sistema público prestó al damnificado. Casi 8.000 euros por una noche de furia y descontrol de su hijo.

Por cierto, todo empezó porque uno miró «mal» al otro.

Suponemos que este niño se quedará sin Reyes Magos.