Buenas, soy Emilio Calatayud. Un joven se graba con el móvil conduciendo con los pies y difunde el vídeo. Resultado: detenido. Dos niños, uno de ellos inimputable porque tiene menos de catorce años, le pegan fuego a un hipermercado, lo graban y difunden el vídeo. Resultado: detenidos. Un señor que había conseguido el tercer grado debido a su delicado estado de salud, aparece en un vídeo bailando sevillanas. Resultado: le revocan el permiso y tiene que volver a dormir en dependencias penitenciarias.

Es la enésima vez que lo propongo: el legislador debería pensar seriamente en la posibilidad de incluir en el Código Penal el delito de ser tontopollas, como decimos en ‘Graná’. Es decir, además de la pena que le corresponda por el hecho que ha cometido, debería añadirse una multa o lo que sea por ser un tontopollas. Porque hay que ser tontopollas para grabarse cometiendo delitos o riéndose de la justicia.