Hola, soy Carlos Morán, aquí os dejamos una historia sobre lo dura que puede llegar a ser la vida ya desde el principio. En este caso, el coco ni siquiera era mayor de edad. «Un adolescente ha sido condenado en Granada a permanecer veinte meses en libertad vigilada por «humillar» y «amedrentar» a un niño de tan solo cinco años con el que convivía. Tanto el acusado como la víctima estaban bajo la tutela de la Junta de Andalucía –que es la institución que se hace cargo de los menores apartados de sus familias– y residían en un centro de protección de la capital granadina.
La persecución al pequeño de cinco años incluyó golpes y hasta algún «bocado» en el cuerpo, según detalla la sentencia. En el acoso al crío también participaron otros chavales de menos de catorce años, es decir, que eran inimputables: no podían ser ni investigados ni procesados.