Buenas, soy Emilio Calatayud. Estamos criando hijos ‘light’, descafeinados y desnatados. No es ninguna novedad. Decimos: «Pobrecitos, que no pasen lo que nosotros pasamos» y les damos y hacemos todos. Esa es la filosofía que hay detrás de los niños ‘light’. Lo primero que habría que ver es qué es lo que pasaron esos padres, porque igual no les pasó nada. Entiendo que lo digan los abuelos que vivieron la posguerra, pero no padres de treinta o cuarenta años. Sobreproteger a los hijos no es quererlos más. Al contrario. Luego se nos ‘trauman’ a la mínima y no son felices. No defiendo que los eduquemos como si fueran a vivir en el Oeste americano, vayamos al término medio. Todo el cariño del mundo, pero también toda la firmeza del mundo.
Por desgracia, me temo que nuestros hijos van a tener que pasar por muchas cosas que nosotros no pasamos: precariedad de todo tipo, etc. Nuestros hijos van a vivir peor que nosotros. Y nosotros no vamos a estar siempre ahí para servirles de escudo. Pobrecitos, sí, pero los superprotegidos.