Buenas, soy Emilio Calatayud. Una vez pasado el Viernes Santo nos volvemos a conectar. Esta Semana Santa he regresado a la niñez. He vuelto a las Lagunas de Ruidera, en Ciudad Real. He vuelto otra vez, porque a Ruidera nunca deja uno de regresar. He estado con la familia y he recordado las diabluras que hacíamos aquí cuando éramos chavales. Seguramente fue aquí donde cometí mi primer delito (no es que haya tenido una carrera delictiva muy larga, ja, ja, ja): entramos en una casa y robamos unas perchas. Nuestros padres nos juzgaron y condenaron, y no tuvimos abogado defensor. Nadie se atrevió a pedirlo.
Dicen que siempre se vuelve al lugar del ‘crimen’. Y es verdad. La nostalgia te empuja. La foto es de mi hija Alba.