Buenas, soy Emilio Calatayud. Se acerca el Viernes Santo y he decidido desconectarme del Facebook y del Internet hasta que pase esa fecha tan señalada para los católicos como yo. En realidad, es una forma de recordar mi infancia: Cuando yo era niño, el Viernes Santo se apagaba la radio en mi casa -y en casi todas las casas- y no se oía ni el vuelo de una mosca. Y no pasaba ‘na’. Si podíamos estar sin radio, podemos estar sin Facebook, señor Mark Zuckerberg. Volvemos el Sábado Santo.