Buenas, soy Emilio Calatayud. Hemos hablado muchos veces de los menores que acosan a sus mayores: padres, profesores, educadores, etc. Lo habitual en estos casos es que las víctimas, y también los agresores, mantengan oculto el problema… hasta que, claro está, todo estalla e interviene la justicia.
Pues bien, ya me encontrado con algún episodio de estos en que el maltratador, o la maltratadora, alardean públicamente de sus hazañas bélicas. Alguna ya ha confesado a sus amigos con orgullo: «Tengo acojonada a mi educadora». La niña sólo tiene doce años.