Buenas, soy Emilio Calatayud. Dicen que WhatsApp, conocida en España como ‘el guasap’, quiere elevar de 13 a 16 años la edad para usar la aplicación. Un par de cosas al respecto, primera: a buenas horas, mangas verdes, y segunda: en principio la iniciativa suena bien, pero ¿cómo lo van a hacer, porque no depende de ellos, sino de los padres, que son los que compran los teléfonos y los ponen a su nombre? A mí me parece que es un brindis al sol para cubrirse las espaldas ante posibles demandas. Ha pasado el tiempo, pero, por fin, empezamos a ser conscientes de las consecuencias de haber permitido que los menores tuvieran un acceso ilimitado a Internet. Los gigantes tecnológicos -que no dejan a sus hijos usar los móviles hasta que, como mínimo, tienen 14 años: son ricos, pero no son tontos- lo saben y ahora se están parapetando por lo que pueda venir. El negocio es el negocio, aunque haya niños de por medio. ¡Viva el progreso y la madre que lo parió!