Buenas, soy Emilio Calatayud. Es una historia muy triste que demuestra que bastante bien salen algunos hijos con los padres que tienen. En pocas palabras, el Tribunal Supremo ha rechazado la posibilidad de que el padre de un chico discapacitado herede los bienes del niño porque nunca cuidó de él. Dice el Supremo que el progenitor es «indigno» y estoy de acuerdo. Abandonar a un hijo discapacitado y, cuando muere, ir corriendo a beneficiarse de él es… No encuentro palabras, la verdad.