Buenas, soy Emilio Calatayud. En más de una ocasión he juzgado a niños y niñas que van a ser padres, pero no saben leer y escribir. No estoy hablando de otro planeta: esto está pasando en Andalucía, España, un país europeo y avanzado, con su educación obligatoria y todo lo demás. Hace poco he tenido uno caso de estos. Era un muchacho. Sabía medio juntar las letras, pero no comprendía su significado. Había cometido un hecho sin demasiada importancia: un hurto me parece recordar. Su pareja, otra muchacha menor de edad, estaba a punto de parir. Le pregunté que si, aparte de dejar preñada a su novia, sabía hacer algo y me respondió que no. Lo condené a aprender a leer y escribir, claro. Por algún sitio había que empezar. A mi edad, ya no me asusto de nada, pero hay veces que…