Buenas, soy Emilio Calatayud. No me gustan las cifras porque son demasiados frías, pero, a veces, tenemos que recurrir a ellas. Según la última memoria del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, el 72% de los menores juzgados en este territorio admitieron su culpa y aceptaron el castigo correspondiente. Es decir, que la sentencia fue de conformidad y no fue necesario celebrar la vista oral del juicio.
En cambio, entre los adultos, ese porcentaje se queda solo en el 46%, lo que demuestra que nuestros niños son más sinceros y valientes que nosotros: asumen sus errores y pagan por ellos con más facilidad que nosotros. Así da gusto impartir justicia. Hay esperanza.