Buenas, soy Emilio Calatayud. Andrés Iniesta, de manchego del Albaicín a manchego catalán, te deseo que te vaya bien todo lo que emprendas fuera de España. Como futbolista, nunca te vamos a olvidar. Ni siquiera los que son del ‘Madrí’, como es mi caso. Tu inolvidable gol nos acompañará siempre. Pero es que además, eres una buena persona. En un mundo tan estrafalario como es el del fútbol hiperprofesional, destacas por tu manchega discreción y tu humildad. Lo extraordinario lo dejabas para el campo de fútbol.
En fin, niños, que os condeno a ser como Iniesta (que, además, es uno de las pocas estrellas del fútbol que no se peina ni se tatua como mis ‘choricillos’.)